Los dorados años veinte fueron la época de los vestidos
sueltos, los accesorios recargados, los collares de perlas, se empieza a usar una sobrefalda a la altura de la rodilla
a fin de dar vuelo a los vestidos que se utilizaban algo entallados. Asimismo
los sombreros se redujeron, Las faldas eran ajustadas en las caderas y se iban
ensanchando en forma de campana hasta llegar al suelo. Para afinar la cintura,
las mujeres de la época llagaban a estrechar su figura con ajustadísimos corsés
que llegaban a deformar los órganos internos, se empieza a aceptar el
maquillaje de color. Las actrices, que acostumbraban a maquillarse en escena,
comenzaron a lucir color fuera del ambiente teatral. De esta forma muchas
mujeres poco a poco se atrevían a mostrarse con colorete, y a teñirse el cabello con henna.
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